En el siguiente enlace encontrarán un subsidio, elaborado por la Secretaría permanente del Sínodo (que sigue funcionando junto a otros grupos para seguir avanzando en el camino de la sinodalidad), que ofrece algunos recursos o pistas para ayudar en la fase de implementación 2025-2028.
sábado, 22 de noviembre de 2025
domingo, 16 de noviembre de 2025
Recursos para la catequesis y la formación cristiana
viernes, 24 de octubre de 2025
Videos y powerpoints sobre el Documento Final del Sínodo y Francisco
Anoche concluimos con los estudiantes de tercer año de Ciencias Sagradas, del Instituto para la Formación de Docentes “Pedro Goyena” (Obispado de Lomas de Zamora), el recorrido del Documento Final del Sínodo, asumido por Francisco y refrendado por él.
Agradecemos a todos quienes colaboraron para que esta tarea se realizara, y tuviera difusión.
El modo de la
presentación fue como “clase abierta”, es decir, que grupos de alumnos fueron
presentando sucesivamente las cinco partes del documento, y yo intervine al
final de cada exposición para afianzar o completar esas
presentaciones, dado que los estudiantes –justamente por ser tales-
están aprendiendo y no siempre tienen los elementos que debe tener el docente. Al principio, yo presenté lo referente a la Nota de Acompañamiento de Francisco, y la Introducción del Documento.
Como todo
producto humano, es mejorable… pero es algo que queremos compartir para seguir
avanzando en el camino de la sinodalidad.
Por si alguien no lo tiene a mano, en el siguiente enlace encontrarán el documento del Sínodo y Francisco:
DOCUMENTO FINAL - FRANCISCO Y ASAMBLEA SINODAL 2024
En el siguiente
enlace encontrarán los cinco powerpoints que los alumnos presentaron en cada
clase.
POWERPOINTS SOBRE EL DOCUMENTO FINAL 2024
Y en los
siguientes enlaces están los videos con cada una de esas clases, gentileza de “Eclesia”
que es nuestro medio de comunicación diocesano.
VIDEO SOBRE LA INTRODUCCIÓN DEL DOCUMENTO
domingo, 28 de septiembre de 2025
El método de la conversación en el Espíritu
domingo, 21 de septiembre de 2025
Catequesis sobre los Sacramentos de Iniciación, en clave sinodal
A fines del año pasado, nuestro párroco –Alberto Tamborino– me pidió que
diseñara unas catequesis desde los sacramentos, que tuvieran un diseño mensual.
Lo siguiente es fruto de lo que se me ocurrió, más algunas interacciones con el
propio P. Alberto.
En el enlace que está más abajo encontrarán 4 catequesis que se abren a
toda la vida cristiana desde los sacramentos de iniciación.
La primera es una catequesis inicial de
Introducción a los sacramentos en general. Y las tres siguientes se basan en el
Bautismo, la Eucaristía y la Confirmación.
Modestamente, creo que se puede decir que este
aporte responde –al menos parcialmente– a lo que pide el Documento Final del Sínodo 2024 que nos legó Francisco y sigue
impulsando el Papa León: “una catequesis sobre la sinodalidad en clave
mistagógica” (DF 27, después de hablar –justamente– de estos 3 sacramentos).
La “clave mistagógica” –es decir– de introducción a la liturgia está en
los tres temas sacramentales; la dimensión de “sinodalidad” está en el esquema
que tienen esas tres catequesis, esquema que surge del Libro de los
Hechos de los Apóstoles: “Todos se reunían asiduamente para escuchar la
enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del
pan y en las oraciones” (Hch 2,42). Al mismo tiempo, este mismo Libro
de los Hechos es el gran texto misionero del Nuevo Testamento, al
decir del mismo Jesús Resitado: “recibirán la fuerza del Espíritu Santo que
descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y
Samaría, y hasta los confines de la tierra” (Hch 1,8).
Por eso, cada una de esas tres catequesis sobre los Sacramentos de
Iniciación tiene el siguiente esquema:
1) Nuestra fe sobre ese sacramento (= “la
enseñanza de los Apóstoles”).
2) La celebración del sacramento (= “la fracción
del pan y las oraciones”).
3) Este sacramento y la vida de la Iglesia (=
“participar en la vida común”).
4) Este sacramento y la misión (= “serán mis
testigos… hasta los confines de la tierra”).
Cada catequesis está diseñada con cuatro partes, una para cada semana
del mes; y cada parte está acompañada de una pequeña tarea complementaria.
Y, como siempre, el esquema es perfectible, pero por algo se
empieza. Peor es nada…
En el siguiente enlace encontrarán una carpeta con las
cuatro catequesis, cada una de las cuales ocupa una hoja A4 (o sea, dos
páginas).
lunes, 4 de agosto de 2025
“Dilección”: una propuesta para recuperar la riqueza de la palabra “agápe”
Poco antes de partir, Francisco nos regaló la Carta Encíclica "Dilexit Nos" sobre el amor humano y divino del corazón de Jesús. Allí aparece el verbo "dilexit" que se vincula con el sustantivo "dilectio", como veremos.
Pocos días después fue electo como nuevo sucesor de Pedro un agustino... y en San Agustín es fundamental el concepto de "dilección", como veremos también...
1. La altura y amplitud de la “agápe”
La palabra “caridad” se ha vaciado de la
riqueza original que tenía la palabra “agápe” en el griego del Nuevo
Testamento, para terminar significando la atención material a una persona
necesitada.
Y, si
bien esto es parte del asunto, es una reducción inmensa de aquella riqueza
original. Se podría decir que esa asistencia material es el sexto momento de
una realidad que empieza mucho más alto y tiene una riqueza infinita. Porque “caridad
(agápe)”:
1. Designa el Ser de Dios, porque “Dios es
Amor (Agápe)” (1Jn 4,8.16); “el Ser
mismo de Dios es amor” (CCE 221).
2. Es el amor mutuo de las Tres Personas
Divinas desde antes de la creación del mundo, porque Dios “mismo es una eterna
comunicación de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo” (CCE 221).
3. Es el amor de la Trinidad al hombre.
4. Es la respuesta de amor del ser humano a
la Trinidad.
5. Al reconocer a Dios como mi Abbá (Papá) entonces descubro que “todo
hombre es mi hermano” (Pablo VI) y comienzo a vivir en una actitud fraterna
permanente y universal.
6. Y si algún hermano está pasando necesidad,
entonces lo asisto.
7. Sabiendo, también, que la caridad es el vínculo escatológico, porque “el amor no pasará jamás” (1Co 13,8).
Es decir, que tampoco se trata de “la asistencia material a una persona necesitada” como decía al principio, sino del amor fraterno que se hace don también en los bienes materiales, reconociendo la comunión que tengo con un hermano que es tan importante como yo.[1]
2. Dilección
En algunos párrafos también he usado la
palabra “dilección” para traducir “agápe”.
Por una razón pedagógica suelo usarla cuando enumero las tres virtudes
teologales: “fe, esperanza y dilección”, pues de esta manera ubico en un
contexto conocido a una palabra inesperada. Las razones para proponer esta
palabra son las siguientes:
‒ desde el punto de vista del uso en la
lengua castellana, estoy haciendo algo parecido a lo que hicieron los primeros
cristianos con “agápe”: tomo una
palabra de nuestro acervo lingüístico que está en desuso y la empujo de nuevo
al ruedo del lenguaje actual, para cargarla de la originalidad del amor
cristiano que es distinto de otras formas de amor.
‒ desde el punto de vista histórico,
recupero una palabra que usaron los primeros escritores latinos. Cuando San
Agustín leía la Primera Carta de Juan
en la Vetus Latina (la Biblia latina
anterior a la Vulgata) leía “Deus dilectio est” y no “Deus caritas est”…
que es la traducción que eligió San Jerónimo.
‒ desde el punto de vista etimológico es una palabra que indica una forma de amor eminentemente espiritual, que implica el ejercicio de la inteligencia y de la voluntad (y no sólo, ni primariamente, del sentimiento). Porque “dilección” implica una “elección”. Y el prefijo “di” (que significa “separación”) es el mismo que tiene la palabra “discernimiento”. Con lo cual se puede decir que la dilección es un amor que implica discernimiento y elección.
Justamente, una frase conocida de San
Agustín –de difícil traducción– usa esta palabra. La frase suele ser traducida
como “Ama y haz lo que quieras”… y en castellano puede significar tantas cosas,
que prudentemente he visto que el P. Bernardo Olivera le agrega: “pero no creas
que es tan fácil «amar»”. Y Bernardo tiene razón: el latín de Agustín dice
“Dilige, et quod vis fac”, usando el
verbo correspondiente al sustantivo “dilectio”.
Nosotros no tenemos un verbo así en
castellano; sí tenemos el sustantivo “dilección” y el adjetivo “dilecto”. Pero
no es difícil proponer el verbo correspondiente, dado que nuestro sustantivo
“elección” tiene su verbo “elegir”. Por lo cual, el verbo sería “dilegir” y se
conjugaría como “elegir”. Por ejemplo, la frase de San Agustín sería: “Dilige y
haz lo que quieras”.
(Texto tomado de mi libro: Don y comunión. Una síntesis cristocéntrico-trinitaria de teología y espiritualidad, Temperley, 2023; pp. 112-113).
[1] En su primera encíclica titulada
Dios es Amor, Benedicto XVI destacaba
esta dimensión espiritual de fraternidad, que es tanto y más necesaria que la
dimensión material para reconfortar a un hermano necesitado (Cf. su n° 28,
inciso b).
sábado, 26 de julio de 2025
Presentación del libro "Don y Comunión" en la UCA, junto a tres colegas con sus obras
En el siguiente enlace se puede ver información sobre el evento de presentación de libros, realizado el mes pasado en la Facultad de Teología de la UCA.