lunes, 5 de mayo de 2025

Cómo conviene rezar, según San Juan de la Cruz

    En este momento de la vida de la Iglesia en que incrementamos nuestra oración, quizás conviene recordar un sabio consejo que dan varios santos, entre ellos de San Juan de la Cruz:

   "Y en las demás ceremonias acerca del rezar y otras devociones, no quieran arrimar la voluntad a otras ceremonias y modos de oraciones de las que nos enseñó Cristo (Mt 6,9-13; Lc 11,12); que claro está que, cuando sus discípulos le rogaron que los enseñase a orar, les diría todo lo que hace al caso para que nos oyese el Padre Eterno, como el que tan bien conocía su condición y sólo les enseñó aquellas siete peticiones del Padrenuestro, en que se incluyen todas nuestras necesidades espirituales y temporales, y no les dijo otras muchas maneras de palabras y ceremonias, antes, en otra parte, les dijo que cuando oraban no quisiesen hablar mucho, porque bien sabía nuestro Padre celestial lo que nos convenía (Mt 6,7-8). Sólo encargó, con muchos encarecimientos, que perseverásemos en oración, es a saber, en la del Padrenuestro, diciendo en otra parte que conviene siempre orar y nunca faltar (Lc 18,1). Mas no enseñó variedades de peticiones, sino que éstas se repitiesen muchas veces y con fervor y con cuidado; porque, como digo, en éstas se encierra todo lo que es voluntad de Dios y todo lo que nos conviene." (Subida del Monte Carmelo 3, 44,4).

domingo, 27 de abril de 2025

¿Por qué Francisco quiso ser sepultado en Santa María? Una opinión.

   Una respuesta obvia y verdadera es por su devoción a la Madre de Dios, que es una constante de la religiosidad argentina y latinoamericana.

   Pero creo que también quiso seguir estando en el corazón de la ciudad, en medio de la gente. Santa María Maggiore está en Termini: allí está la enorme estación de ferrocarril de Roma y la correlativa cantidad de colectivos que tienen sus paradas o cabeceras allí. También allí, en Termini se cruzan las dos líneas de subte de Roma (es donde se puede hacer la combinación entre ambas líneas). Creo que lo más parecido en Buenos Aires podría ser Plaza Once… pero Termini es más intenso.

   Francisco quiso estar, también al final de su vida, donde está la gente.

   A la basílica de San Pedro hay que ir: no queda de paso, en medio de la ciudad. Y la gente va a San Pedro. En cambio, Santa María puede quedar de paso cuando alguien va al trabajo, a visitar a un amigo o hacer compras.

   Francisco quiso ir hacia la gente, como siempre lo hizo; y no que la gente deba ir hacia él.

   Y, de paso, se quedó a dos cuadras de la embajada argentina… frente a la cual está el busto de Manuel Belgrano. Francisco –el Papa Bergoglio– ahora, también prócer argentino de ascendencia italiana.




domingo, 20 de abril de 2025

Nosotros también ya estamos resucitando…

 

   Estamos celebrando la Resurrección de Jesús: la liturgia conecta místicamente nuestro presente con los sucesos pascuales vividos por los primeros discípulos y, de este modo, también nosotros participamos hoy de la Vida, Luz y Amor que irradian de Jesús Resucitado.

   Pero también es verdad que Jesús resucitó hace casi 2000 años: los mejores cálculos ubican el domingo 9 de abril del año 30 el momento en que las mujeres descubren el sepulcro vacío y comienzan las apariciones de Jesús Resucitado. Así que ­–a pesar de que cada año recordamos también la Pasión– en realidad, desde el 9 de abril del año 30 no existe otro Jesús, que Jesús Resucitado.

   Por otra parte, sabemos que cuando fuimos bautizados fuimos incorporados a Cristo como miembros suyos… y (recordando lo que destacamos recién): entonces, en nuestro bautismo, fuimos incorporados a Jesús Resucitado.

   Y, si la Resurrección es realmente esa fuerza de Vida, Luz y Amor que decimos, ese día algo tiene que haber sucedido en nosotros: ¿qué sucedió? Pues mucho: se limpió todo pecado, pena y culpa que hubiera en nuestra alma; se nos infundió la condición de hijos de Dios, con la gracia divina, el carácter sacramental y las virtudes teologales… y la Trinidad entera vino a habitar en nuestro corazón.

   Dicho de otro modo: el día de nuestro bautismo la Resurrección de Jesús desembarcó realmente en nuestro corazón… y comenzó a resucitarnos “de adentro para afuera”: primero el núcleo de nuestro corazón (como dijimos recién). Y luego, sobre todo si no ponemos demasiados obstáculos al trabajo de Dios que quiere salvarnos, la Resurrección va tomando otras áreas de nuestra personalidad: con la fe creciente transforma nuestra mente para que entendamos las cosas como las entiende Dios; con la esperanza transforma nuestra afectividad para que deseemos y sintamos según Dios; con la caridad transforma nuestro ser entero para que nuestros pensamientos, palabras y obras sean los de hijos de Dios.

   Finalmente, será resucitado nuestro pobre cuerpo mortal, como último paso de salvación de ese proceso que ya está en marcha en nosotros desde el día de nuestro bautismo…

jueves, 13 de marzo de 2025

La visión cristiana de la realidad es paradojal

   Así como hay materias teórico-prácticas, de modo parecido, se puede decir que la visión cristiana de la realidad es una visión optimista-“pesimista”-optimista.[1] De este modo, se articula un equilibrio paradojal rico y complejo.

   Hay un optimismo radical que se fundamenta en los dos primeros capítulos de la Biblia que nos muestran que Dios creo todo “bueno, muy bueno”. Este optimismo se funda entonces en la fe y se refiere al ser mismo de las cosas (nivel metafísico).

   Y hay un optimismo final que se fundamenta en los dos últimos capítulos de la Biblia, que nos muestran la Jerusalén celestial en la que ya no hay ningún mal. Este optimismo entonces, se funda en la esperanza y se refiere al tiempo (nivel histórico).[2]

   En medio –desde el primer pecado del hombre– se hace presente el dolor en la historia y también hiere el ser mismo de las cosas y del hombre, por eso la creación gime y nosotros mismos gemimos (Rm 8,20-23). Aquí aparece la dimensión moral y su dilema, y se requiere el amor de caridad (nivel existencial).

   Y, justamente, la fe en que el ser de las creaturas es bueno y la esperanza en que todo termina bien nos ayudan a comprometernos en el amor de caridad, a pesar de las dificultades (esquema teologal).

   Y por eso podemos decir que la concepción bíblica del tiempo tiene un dinamismo pascual, que comienza con lo gozoso (Gn 1-2) y pasando por lo doloroso (Gn 3ss) llega a lo glorioso (Ap 21-22); dinamismo que se anticipó realmente y se manifestó claramente en el misterio pascual de Jesús.

 

Perspectiva

Optimista

“pesimista”

Optimista

Fundamento bíblico

Gn 1-2

Gn 3ss

Ap 21-22 y, antes, la Resurrección de Jesús

Dinamismo pascual

Gozoso

Doloroso

Glorioso

Niveles

Ser: es bueno

Moral, y su dilema

Tiempo: termina bien

Dimensión

Ontológica

Existencial

Histórica

Virtud teologal

Fe

Caridad

Esperanza

    Este esquema optimista-“pesimista”-optimista lo usa el Catecismo de la Iglesia Católica en sus números 28-30 y 36-38 (por ejemplo),

 

“…la paradoja no es una contradicción (“círculo cuadrado”) sino la contemplación de dos verdades sobre Dios que –considerada cada una en sí misma‒ vemos que corresponden a Dios; pero que –cuando queremos sintetizarlas en una contemplación única‒ nuestro pobre espíritu limitado se ve completamente desbordado por Dios

   O, dicho de otro modo: la paradoja nace de la convicción de que todas las perfecciones deben existir en Dios, aunque nuestra pobre mente no pueda compatibilizar su coexistencia. Por ejemplo: que Dios sea infinitamente perfecto (lo cual incluye el atributo clásicamente denominado “inmutabilidad divina”) y que también sea infinitamente amoroso y compasivo nos parece correcto; pero poder conciliar “inmutabilidad perfecta y compasión infinita” queda más allá de nuestra contemplación terrena.”

(Jorge Fazzari, Don y Comunión. Una síntesis cristocéntrico-trinitaria de teología y espiritualidad, Temperley, 2023; p. 30.

 



[1] Pongo “pesimista” entre comillas pues no es propiamente tal; pero sí es un hacerse cargo de la presencia del mal en el mundo y de su gravedad.

[2] Y estos dos niveles se relacionan con la sabiduría y la profecía: la primera busca conocer el ser de las cosas y la conexión entre ellas y con Dios, mientras que la segunda busca interpretar los tiempos.

sábado, 4 de enero de 2025

San Lucas: el evangelista de la conversión

     La liturgia católica nos propondrá este año leer a Lucas (la mayoría de) los domingos. Por eso, vuelvo a proponer una reflexión que escribí aquí mismo un par de años atrás, con algunos agregados.

 Se suele decir que el Evangelio según San Lucas es el evangelio de la misericordia. Y es cierto: Cf. L. Rivas, Qué es un evangelio, Buenos Aires, 2001; pp. 81s.

   Pero no se suele indicar que también es el autor que más insiste en la conversión: el verbo “metanoéo” (= convertirse) aparece 9 veces en el evangelio y 5 veces en el Libro de los Hechos (mientras que Mateo lo usa 5 veces, Marcos 2 y Juan nunca); y el sustantivo “metánoia” (= conversión) aparece 5 veces en el evangelio y 6 en Hechos (en Mateo 2 veces, en Marcos 1, en Juan nunca). Sumando todo, tenemos que Mateo habla de la conversión 7 veces, Marcos 3,  Juan nunca y ¡Lucas 25 veces!

   Pasando de lo cuantitativo a lo cualitativo, tenemos que en Lucas el verbo "convertirse" aparece dos veces en boca de Jesús en la dura palabra de 13,1-5: "y si ustedes no se convierten, también todos perecerán". Y vuelve a aparecer en la no menos drástica conclusión de la parábola del rico y del pobre Lázaro (16,29-31). Ambos textos son propios de Lucas.

   Por su parte, el sustantivo “conversión” aparece tres veces en boca de Jesús (no así en los otros evangelios): Lc 5,32; 15,7 y 24,47. 

   Este último texto tiene importancia especial pues es una explicación general de Jesús Resucitado: “Así está escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados”.

(Tomado de mi libro Don y Comunión, Temperley, 2023; p. 56, nota 176)

 

domingo, 29 de diciembre de 2024

Sobre la búsqueda de la felicidad

  

   Al principio de la Ética a Nicómaco, Aristóteles afirma que todo ser humano desea, por naturaleza, ser feliz.

    Pero vemos que la mayoría de las personas no son felices.

    Ante esto, nuestra primera conclusión debería ser: no es tan fácil lograrlo.

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Jesús tiene un par de palabras, al menos, sobre esto:

   “Esfuércense por entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán”, dice Jesús en la versión de Lucas (13,24)

   La versión de Mateo es más drástica aún: “"Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la encuentran” (7,13s).

   Digo que la versión de Mateo es más drástica, pues en Lucas hay un esfuerzo por entrar que no llega a buen término: fallan las fuerzas. Pero en Mateo dice que “son pocos los que le encuentran”: aquí ya es la percepción la que falla, que no logra discernir el camino.

sábado, 21 de diciembre de 2024

Permítanme no ser optimista...

 

Inventamos la dinamita y, en lugar de usarla sólo en minería e ingeniería, la usamos para volarnos en pedazos unos a otros. Y, para calmar nuestra conciencia, establecimos los Premios Nobel.

Descubrimos la energía atómica y, en lugar de usarla sólo para nuestro bienestar, inventamos la bomba atómica y la usamos sobre población civil. Y para calmar nuestra conciencia, establecimos el 6 de agosto como el Día del Niño.

Desarrollamos la Inteligencia Artificial y…. si queda alguno, vaya pensando un evento conmemorativo indignante.

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Como he recibido un par de comentarios acerca de la reflexión anterior, agrego un par de precisiones:

1. No es necesario que siempre una reflexión termine con una mirada de esperanza: a veces, terminar de un modo duro es la manera de abrir una puerta a la esperanza, mostrando lo drástico de la situación y la necesidad imperiosa de hacer algo. Por ejemplo: cuando Jesús concluye el Sermón de la Montaña en el evangelio según san Mateo, con la comparación de las casas construidas sobre roca y sobre arena, la frase final (del Sermón) es dura: "y su ruina fue muy grande". Y podemos encontrar otros ejemplos en el evangelio donde Jesús busca conmocionar a su auditorio para que se despabilen...

2. Hay otras cosas que inventamos con buenas intenciones y terminamos usándolas para el mal:

- la invención del dinero buscó facilitar el trueque, con un elemento de permitía un intercambio multilateral en lugar del trueque bilateral. Fue una buena idea. Pero cuando uno observa los datos de concentración de la riqueza (que es creciente) ve que el dinero se ha transformado en una herramienta de desigualdad, sometimiento, exclusión y muerte.

-  cuando comenzó internet era un lugar de creatividad y libertad. Hoy se transformó en un instrumento de control social, intromisión en la intimidad, influencia indebida en las elecciones democráticas por parte de agentes externos, fraudes, canal de noticias falsas y desinformación....

3. Si no fuera suficiente con lo anterior, recordemos que nuestra fe declara que Dios vino al mundo, "pasó haciendo el bien" (Hch 10,38) y nosotros lo crucificamos. No una muertecita así nomás: crucificixión. (No pongo aquí una imagen de cristianos crucificados contemporáneos para no herir sensibilidades... ver esas imágenes es un modo de des-edulcorar la cruz...)..