El Buda es un caso impresionante en más de un sentido. También lo es para un drama fundamental de la vida humana... en el cual el Buda nos muestra que nuestra cultura dominante estaría equivocada al suponer que "a mayor riqueza, mayor felicidad".
Pues la "Primera Noble Verdad" del Buda (son cuatro) se podría traducir diciendo: "la vida es insatisfacción". Y él, que era un hombre rico, abandona sus riquezas ¡buscando la solución al problema de la insatisfacción!
Esta decisión del Buda muestra que él ni siquiera consideró "neutrales" a esas riquezas (o sea: que no le sumaban a la solución del problema, pero que tampoco lo obstaculizaban): si las abandonó es porque las consideró un verdadero impedimento para la solución del problema de la insatisfacción.
viernes, 23 de junio de 2017
sábado, 10 de junio de 2017
Pentecostés, Santísima Trinidad y Corpus Christi: una oportunidad litúrgico-pastoral
La experiencia
pastoral y docente muestra que el misterio de la Trinidad –y la Persona del
Espíritu en particular– siguen siendo una carencia en la fe y en la vida de los
fieles, poco menos que en la época del artículo “Advertencias sobre el tratado
De Trinitate” de Karl Rahner, escrito en 1960.
No obstante, cuando en la liturgia tenemos
tres solemnidades en tres domingos consecutivos –Pentecostés, Santísima
Trinidad y Corpus Christi– no
aprovechamos bien esta oportunidad para reparar esas carencias en relación al
Espíritu y la Trinidad; sino que –como en otras épocas– seguimos insistiendo en
darle el mayor énfasis (procesiones públicas, publicidad televisiva, etc.) a la
solemnidad del Corpus Christi.
Por supuesto, esto no implica un menosprecio
del misterio de la Eucaristía, que es una paradojal “concreción «divina»” –sustentada
en la Encarnación y en la Pascua– del don de sí mismo y la comunión, que son el
corazón del Misterio de la Trinidad.
Y, justamente desde aquí, podría hacerse una
“pastoral litúrgica” que articule las tres solemnidades con un sentido
unificado y una relevancia común: dado que “el envío de la persona del Espíritu
tras la glorificación de Jesús, revela en plenitud el misterio de la Santísima
Trinidad” (CCE 244) y que la Eucaristía es la expresión del don de sí de Jesús
hasta el extremo y es “sacramento de comunión”, se podría aprovechar la
relevancia que ya le damos a la solemnidad de Corpus Christi y extenderla a los
dos domingos anteriores, haciendo de
esos tres domingos juntos un “momento fuerte” de la liturgia y de la pastoral,
como coranación del “tiempo pascual”.
Pero actualmente sucede que la afirmación que dice que el Misterio
de la Trinidad Divina es “el primero en la «jerarquía de las verdades de la
fe»” (CCE 234) no se refleja
litúrgicamente; y pastoralmente vemos que la gente no lo reconoce así.
Y que la época de la Nueva Alianza –es
decir: nuestra vida hoy– sea “el tiempo del
Espíritu y la Iglesia” eso tampoco está muy claro para la mayoría, aunque Francisco suele insistir en esto...
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Don de sí y comunión,
Trinidad
domingo, 4 de junio de 2017
Hubo quien fue dueño del mundo entero y no era feliz
Desde algunos personajes de los dibujos animados, hasta otros que ojalá lo fueran (pero son reales y realmente peligrosos) siempre hay alguno que quiere apoderarse del mundo entero.
Hubo un hombre que era el dueño del mundo entero y no era feliz: "Adán" era el dueño de todo, pues no había más que él. Pero Dios mismo dijo: "No es bueno que esté solo": un vínculo de amor puede hacer más feliz, que tener el mundo entero .
Y el Dios que dijo que la soledad no era buena, es un Dios Comunión que muestra y realiza de modo supremo el don mutuo y total del amor: la Fuente del Amor que es el Padre se da todo al Hijo, el Hijo se devuelve todo al Padre en Gratitud infinita; y del mutuo amor infinito procede la Persona Don y Amor que es el Espíritu Santo.
Por eso podemos hablar de una pobreza de las Personas Divinas, que sólo tienen de propio su propia personalidad (condición mínima para que haya común unión de personas diferentes)... todo lo demás es común ¡hasta la única naturaleza divina!
Un par de lecturas inspiradoras para seguir con la reflexión:
QUÉ NOS DA LA FELICIDAD
LA GENTE FELIZ GENERA VÍNCULOS, LA GENTE INFELIZ COMPRA COMPULSIVAMENTE
Hubo un hombre que era el dueño del mundo entero y no era feliz: "Adán" era el dueño de todo, pues no había más que él. Pero Dios mismo dijo: "No es bueno que esté solo": un vínculo de amor puede hacer más feliz, que tener el mundo entero .
Y el Dios que dijo que la soledad no era buena, es un Dios Comunión que muestra y realiza de modo supremo el don mutuo y total del amor: la Fuente del Amor que es el Padre se da todo al Hijo, el Hijo se devuelve todo al Padre en Gratitud infinita; y del mutuo amor infinito procede la Persona Don y Amor que es el Espíritu Santo.
Por eso podemos hablar de una pobreza de las Personas Divinas, que sólo tienen de propio su propia personalidad (condición mínima para que haya común unión de personas diferentes)... todo lo demás es común ¡hasta la única naturaleza divina!
Un par de lecturas inspiradoras para seguir con la reflexión:
QUÉ NOS DA LA FELICIDAD
LA GENTE FELIZ GENERA VÍNCULOS, LA GENTE INFELIZ COMPRA COMPULSIVAMENTE
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