- El Congreso no funciona (¿no podría hacerlo con recursos a distancia como se está haciendo de múltiples modos en la educación?)
- La Justicia está reducida a un mínimo… aunque no para favorecer
a los amigos del poder.
- La libertad de transitar está restringida y es controlada por
las fuerzas de seguridad.
- Y, se incumple alguna normativa no muy definida (porque hay
excepciones pero no siempre funcionan o se las acepta) se detienen personas y
se incautan vehículos. ¿El crimen? Pretender desplazarse libremente.
- Por supuesto no pueden realizarse reuniones, marchas,
agrupaciones en la vía pública (que, por si no lo recuerdan, ¡es pública!): no
existe libertad de reunión.
- Las redes sociales empiezan a limitarse: Whatsapp reduce al
mínimo la posibilidad de reenviar mensajes: se comienza a recortar la libertad
de expresión y la posibilidad de convocatorias (¿Era necesario limitar la
capacidad de comunicación justo en medio de un estado de aislamiento social?)
- El ministerio responsable de la seguridad habla de
“ciberpatrullaje”.
- Las decisiones que se toman hace que los pobres sean cada vez
más pobres: hay gente que pide como un favor que la dejen trabajar para poder
pagar el alquiler… y no se lo permiten.
- No hay fecha para el retorno a la normalidad... todo depende del poder ejecutivo que nos
va comunicando sus decisiones (y sus cambios de decisión) cuando le parece…
Si no fuera por el famoso virus… ¿a qué régimen les hace acordar
esta situación?
Y un virus que no es más mortal que cualquier otra gripe
¿justifica esta situación?
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