Con mucha alegría presento el nuevo libro que he escrito y que representa -lo que se podría llamar- mi síntesis teológica y espiritual.
Esta síntesis consiste en una doble clave,
que da nombre al libro: "don y comunión”.
El “don de sí mismo” es el acto por el cual
una persona, siguiendo una inclinación de su naturaleza, se entrega
amorosamente a otra/s persona/s de modo consciente y libre. Y la comunión se
realiza cuando ese don es recíproco.
Esta doble clave me ha servido para
considerar todos los grandes misterios de la fe y de la vida cristiana: la Trinidad,
la creación, el ser humano, Cristo, la Iglesia, los sacramentos, las virtudes
teologales, la oración, la escatología…
Más abajo, copio el índice y el prólogo del
libro que permiten visualizar el contenido considerado.
Bernardo Olivera, el gran monje trapense –ex Abad General de su Orden y ex abad del Monasterio Trapense de Azul– ha tenido la enorme generosidad de escribir la Presentación del libro. Disfruté del magisterio vivo de Bernardo en los seis años que pasé en Azul y sigo disfrutando de su sabiduría y bondad.
Publicar un libro en Argentina hoy es todo un desafío. En parte lo encaré, pues entiendo que lo que necesita nuestro país y nuestra época es entender y vivir más la propuesta de Jesús que yo he resumido como "don de sí mismo" y "comunión".
Quienes estén interesados en comprar el libro pueden escribirme al email los12sentimientos@gmail.com
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Índice analítico
Parte I. Desde la historia y la Palabra de Dios. La Trinidad se manifiesta en la historia
1. Jesús
1.1.
Jesús vivió toda su vida como un don de sí a los demás
1.2.
Jesús forma una comunidad
1.3.
Jesús nos enseñó el camino del don de sí mismo
1.4.
Jesús pone el amor de caridad en el corazón del don de sí mismo
1.5.
Jesús antepone la praxis del amor de caridad a otras prácticas religiosas
1.6. En
el lavatorio de los pies, Jesús manifiesta la hondura de su don
1.7. En
el Pan y el Vino, Jesús se hace don para alimentar nuestra comunión
1.8. En
Getsemaní: don de sí extremo en la comunión de amor de la Trinidad.
1.9. En
la Cruz, Jesús consuma su don
1.10.
Con su Resurrección, Jesús plenifica nuestra comunión
1.11. Un modo posible de resumir la vida de Jesús: Palabra, Comunidad, Mesa, Oración
2. El
Espíritu Paráclito: el Don por excelencia y la Comunión en Persona
2.1.El Espíritu Santo: el Don
que es y hace la Comunión
2.2. La comunidad
cristiana: unidad en la diversidad
2.3.
Jesús y el Espíritu
3. Abbá
3.1. La presencia y la acción del Padre en el
misterio pascual
3.2. La presencia y la acción del Padre en la
vida de Jesús.
3.3. La palabra “Abbá”
3.4. El origen de Jesús
3.5. El don del Padre es el origen de todo
Parte II. Bisagra especulativa y metodológica: la doble clave y la doble mirada
1. La
doble clave especulativa (contenido): “don de sí mismo y comunión”
2. La
doble mirada metodológica (forma): una contemplación perijorética
Parte III. Síntesis de teología y espiritualidad
1.
Theologia y Oikonomia
2.
Algunos aspectos de la Theologia
2.1. La generación del
Hijo-Logos
2.2. La procesión del Espíritu
3.
Aspectos de la Oikonomia
3.1. La acción del Espíritu
en la historia
3.2. Perspectivas
dogmáticas generales
3.3. Algunos misterios centrales del Cristianismo.
3.4. La Palabra de Dios
3.5. La creación
3.5.1.
Los relatos bíblicos
3.5.2. Creación: algunos conceptos sintéticos.
3.5.3 El mundo angélico
3.6. El ser humano:
don y comunión a varios niveles…
3.6.1.
El ser humano y Dios
3.6.2.
Matrimonio y familia
3.6.3.
Y la historia de las familias sigue…
3.6.4.
Ser y Amor:
proyección trinitaria
3.6.5. El ser humano: sujeto relacional
3.6.6. Meditación trinitaria sobre los hijos
3.6.7. El ser humano, un microcosmos: comunión para el don
3.7. El misterio del pecado
3.8. La historia de salvación: la Antigua Alianza
3.9. La historia de salvación: María, aurora de la
Nueva Alianza
3.10. La plenitud de la historia de la salvación:
Jesús
3.10.1. El misterio de Cristo, en sus aspectos mayores
3.10.2. La encarnación en particular
3.10.3. El nombre “Abbá”
3.10.4. Las acciones de Jesús en su vida pública
3.10.5. El “Reino”
3.10.6. El Misterio pascual
3.10.7. La muerte de Jesús en particular
3.10.8. La Resurrección en
particular
3.10.9. Pentecostés
3.10.10. Cristologías del Nuevo Testamento
3. 11. De la “Oikonomia” a la “Theologia” y desde ella, de nuevo a la “Oikonomia”
3.12. La Iglesia
3.13. La Palabra en
la Iglesia
3.14. Los sacramentos
3.15. Ecumenismo
3.16. Vida moral y
mística
3.16.1. Fundamentos
3.16.2. Distintas dimensiones
3.16.3. Moral social cristiana
3.16.4. En algunas tradiciones espirituales cristianas
3.16.5. La inhabitación trinitaria
3.17.
Actitudes pastorales
3.18.
Escatología
Parte IV. Propuesta: “don de sí y comunión” como forma eclesial
1. Sobre el concepto de “forma eclesial”
2. Lo esencial
2.1. “Don de sí mismo
y comunión” en su aplicación eclesial
2.2. Una mirada a la luz de las
últimas décadas
3. En el contexto contemporáneo
3.1.
En la teología
3.2.
En el Magisterio
Parte V. Algunos desarrollos paradojales
1. Don y comunión como doble clave de
contenido
2. Dios Uno y Trino, Ser y Amor…
3. La paradoja: instrumento metodológico
indispensable
4. Don y comunión en la Trinidad inmanente, y los distintos registros de
lenguaje trinitario
5. Distinción y relación entre el registro
metafísico y el registro personalista
6. Co-persona
7. Precisiones sobre
la “reduplicación del lenguaje”
8. Equilibrios paradojales
8.1. Comunión trinitaria y comunión
cristológica
8.2. Las analogías intrasubjetiva e
interpersonal
8.3. La “inversión trinitaria” de
Balthasar
8.4. Otra “inversión trinitaria”,
ahora paradojal
8.5. Modelos de síntesis teológica
trinitaria
8.5.1.
Algunos modelos teológicos trinitarios contemporáneos
8.5.2.
Dos modelos derivados de nuestra doble clave
8.6. Ortodoxia y ortopraxis
8.6.1.
Desde los modelos anteriormente vistos
8.6.2.
La koinonía
a)
En el principio, la koinonía
b)
La continuidad de la koinonía en los
primeros siglos
c)
La koinonía en el monacato
8.6.3.
La didajé
a)
La didajé no es ni doxa ni episteme.
b) Respecto
de un “preciosismo de la ortodoxia”
c)
Los textos y su contexto: la vida de la Iglesia
8.7.
Sabiduría y profecía
8.7.1. La
paradoja principal
8.7.2.
Otras paradojas
a) Profecía,
sabiduría y ley
b)
Sabiduría, profecía y apocalíptica
c)
La visión cristiana de la historia: dinamismo pascual y marco teologal
8.8.
Metafísica e historia
8.8.1.
Breve análisis
8.8.2.
Sugerencias para una síntesis
8.8.3.
Ser y Uno, Persona y Trinidad.
8.9. Para recuperar la riqueza de la palabra “agápe”
8.9.1. La altura y
amplitud de la “agápe”
8.9.2.
Dilección
8.10. Siempre el don; a veces, la comunión
Parte VI. Profundizando en la koinonía como forma eclesial
1. Comunión y sinodalidad: un poco (más) de
historia
2. Qué es
“sinodalidad”
2.1. Introducción e historia
2.2. Hacia una descripción sintética
de la sinodalidad
3. La riqueza
complementaria de los cuatro elementos de la vida eclesial
3.1. El orden de los cuatro
elementos
3.2. Análisis de los
cuatro elementos y sus relaciones
4. En la Trinidad no hay jerarquía, sino orden
y comunión.
4.1.
La teología trinitaria
4.2.
Aportes eclesiológicos
4.2.1. Estructuras para
un testimonio: orientaciones del Vaticano II
4.2.2. El primado de la
Iglesia
4.2.3. La
estructura carismática de la Iglesia
4.2.4. La
Eucaristía y el Orden
4.2.5.
Poder, servicio, autoridad
4.3.
La prioridad del
Padre es la prioridad en el amor
5. La communio sanctorum
6. La escatología como “don y comunión”
6.1.
La mística de la Luz
6.2.
La Trinidad como Vida, Luz y Amor
6.2.1. El
deseo universal de felicidad.
6.2.2. A
la luz de la Palabra de Dios.
6.2.3.
Trinidad Divina y felicidad humana.
6.2.4. Los Tres
son Vida, Luz y Amor
6.2.5.
Vida, Luz y Amor; don y comunión
6.3.
El don de sí y la comunión como escatología: Ap 21-22
Parte VII. Algunos beneficios de esta síntesis
1.
Beneficios
2.
En relación a algunas propuestas teológicas precedentes
1.1. G. Lafont, en Peut-on connaitre Dieu
en Jésus-Christ? (1969)
1.2. B. Lonergan, en Método en Teología (1972)
1.3. G.
Lafont, en
Dios, el tiempo y el ser (1986)
1.4.
M. González, en “Il ricentramento pasquale-trinitario della teologia
sistematica nel XX secolo”
(1997)
1.5. Comisión Teológica Internacional, La teología hoy (2012)
Parte VIII. Tabla sinóptica de los contenidos
expuestos en la Parte III
La intención de este texto es aportar una
teología y una espiritualidad cristocéntricas y trinitarias, dado que Cristo es el centro y la Trinidad es la
cumbre de nuestra fe y vida cristianas, siendo Cristo “Uno de la Trinidad”.
En cuanto al aspecto teológico, la intención es ofrecer una sistematización que ‒partiendo de la consideración de la vida y enseñanza de Jesús‒ se eleve a una reflexión sobre la Trinidad, para luego poder releer los demás misterios de la fe y de la vida cristiana contemplados a la luz de la Trinidad y en íntima relación con ella.
Para eso me serviré principalmente de la
doble clave “don de sí mismo y comunión”
que quiere mostrar ‒desde dos ángulos complementarios‒ aspectos de la vida y
enseñanza de Jesús, aspectos del misterio de la Trinidad y, derivadamente, de
los otros misterios.[1]
Por otro lado, los dones de la Vida, la Sabiduría y el Amor que
Jesús difunde con su vida, acción, pasión y gloria servirán para profundizar
algunos de esos aspectos. Y, también en este caso, partiendo de Jesús nos
elevaremos a la consideración de la Trinidad y veremos que estas tres
realidades están en íntima relación con las Personas divinas… y con las
personas humanas, creadas a Su imagen.
Finalmente ‒para ampliar la dimensión eclesiológica y proponer la aplicación eclesial, espiritual y pastoral de la comunión‒ recurriré a Hch 2,42, con sus cuatro elementos: la enseñanza de los Apóstoles (didajé), la vida comunitaria (koinonía), la fracción del pan y las oraciones; elementos que ‒a su vez‒
se mostrarán
vinculados a la doble clave “don y comunión”.
Con estos esquemas ‒que didácticamente pueden sintetizarse con un 2-3-4 (una doble clave, tres realidades y cuatro elementos)‒ intentaré presentar una sistematización que quiere ser más un organismo que una estructura, dado que elementos de cada esquema enlazan con elementos de los otros.
Y estos mismos esquemas derivarán constantemente a los aspectos morales y místicos, personales y comunitarios, proponiendo una espiritualidad cristocéntrico-trinitaria basada en la opción por el don de sí mismo y la comunión, siguiendo el modelo y la enseñanza de Jesús, quien nos hace presente en el mundo “el estilo de vida divino de la Trinidad”.
Respecto de las Partes del libro, la Parte I
del texto es una meditación bíblica sobre el don de sí mismo y la comunión,
contemplados en Jesús, el Espíritu y el Padre.
Este recorrido nos permitirá explicitar en
la Parte II (o “Bisagra”) nuestra doble clave teológica “don de sí mismo y
comunión” (como contenido) y la paradoja (como método). Esto se hará tan
brevemente como sea posible, para dar paso a la sistematización siguiente.[2]
En la Parte III ‒comenzando desde la
Trinidad‒ recorreremos los misterios de
la fe y de la vida cristiana, sistematizándolos con esta doble clave.
En la Parte IV propondré la doble clave “don
y comunión” como “forma eclesial”. Esto se hará de forma expositiva y breve,
dado que las dos Partes siguientes desarrollarán y profundizarán elementos que
darán consistencia a lo dicho en esta Parte IV, tanto desde marcos teológicos
generales (Parte V) como desde marcos más específicamente eclesiológicos (Parte
VI).
La Parte VII es un suplemento: resume
algunos textos teológicos contemporáneos que proponen qué características
debería tener una síntesis teológica. Los presento aquí, pues creo que sirven
para evaluar la síntesis que propongo.
Finalmente, la Parte VIII presenta de forma sinóptica –en una tabla‒ los contenidos expuestos en la Parte III.
Las categorías “don de sí mismo y comunión” tendrán el protagonismo en las tres primeras Partes, aunque allí se irán asomando los otros dos esquemas. Y, desde la mitad del libro irán teniendo un protagonismo creciente los cuatro elementos que aparecen en Hch 2,42.
Por otra parte, recorre el libro una preocupación por poner en diálogo ‒e integrar‒ la teología clásica y la contemporánea, el ser y el tiempo, la metafísica y la historia, la sabiduría y la profecía, la verdad y el sentido, tratando de ser “semejante a un padre de familia, que saca de sus reservas lo fresco y lo añejo” (Mt 13,52).
En relación al contexto contemporáneo, el libro quiere ser un aporte positivo frente a dos rasgos contrastantes de nuestra época: por un lado, estamos más conectados que nunca gracias a medios de comunicación, de transporte, etc. que otras épocas apenas soñaron; por otro lado, sufrimos fuertes polarizaciones sociales, soledad, fragmentación y guerras. También hay contradicción entre el pensamiento contemporáneo –por un lado– que ha cultivado nítidamente una orientación hacia un rico “nosotros” social en múltiples disciplinas (filosofía, psicología… incluso economía); mientras –por otro lado– se ven potentes fuerzas que amenazan con opresiones y divisiones nunca vistas.
Concluyo esta Introducción haciendo notar que “La Trinidad, misterio de Comunión” es una temática que ha ido creciendo en amplitud e intensidad en la conciencia cristiana desde principios del siglo XX ‒y sigue creciendo en la actualidad‒ y tiene todo el aspecto de un signo de los tiempos con que “el Espíritu habla a las Iglesias” (Ap 2,7ss).[3]
Temperley,
20 de marzo de 2023
Solemnidad de San José
[1] Veremos que los dos
elementos de esta doble clave se relacionan naturalmente; por eso, no se trata
de “dos claves” sino de una clave con dos elementos internos. Y con esta
dualidad aparece una “reduplicación del lenguaje” o “paradoja” que muestra la
conveniencia de exponer el misterio infinito de Dios desde, al menos, dos
ángulos complementarios ‒como ya sucede con nuestros cuatro evangelios‒ para no
caer subrepticiamente en la presunción que las palabras humanas pueden abarcar
adecuadamente ese misterio infinito.
[2] La razón de llamar
“Bisagra” a esta Parte II es porque
cumple con la función de explicitar elementos de contenido y de método
implícitos en la Parte analítico-narrativa anterior, permitiendo acceder con
más claridad a la parte sistemática siguiente.
[3] Al decir “conciencia
cristiana” me estoy refiriendo a las distintas confesiones de nuestra fe y
‒dentro del catolicismo en particular‒ tanto a la teología como al Magisterio,
en el cual la koinonía está
inspirando últimamente una forma específica de aplicación eclesial: la
sinodalidad.
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