Enlace para ver el video en youtube: LA PARÁBOLA DE LA MEJOR CASA
Texto:
La parábola de la
mejor casa [1]
En una empresa
constructora estaban por cumplir sus 25 años de actividad. Entonces, el dueño
de la empresa llamó al ingeniero jefe y le dijo que –para festejar el
aniversario– quería que construyeran una “casa soñada”. Ya se había elegido el
terreno –grande y en un lugar con una vista privilegiada al paisaje local– y la
consigna que el dueño le dio al ingeniero jefe es que –para este proyecto– no
se preocupara por los costos, sino que le pusiera lo mejor de lo mejor en todos
los rubros.
El ingeniero jefe,
a punto para comenzar la construcción, fue a averiguar los precios de los
materiales. Y resultó que la bolsa del mejor cemento costaba 1000. Pero el
cemento bueno que él siempre usaba costaba a 420… y le pareció demasiada la
diferencia. Y, a pesar de la consigna que le había dado el dueño de la empresa,
él prefirió usar este cemento más barato. Con los hierros para la construcción
pasaba algo parecido: el mejor hierro –acerado y antisísmico– estaba a 1000 pero
el hierro bueno que él siempre usaba estaba a 380… así que aquí también compró
el hierro más barato. Y así fue haciendo con todo.
Llegados a la parte
eléctrica, había un equipamiento de última generación compuesto de paneles
solares que hacía que la casa fuera autosuficiente en cuanto a la energía que
necesitaba. Pero era carísimo… así que el ingeniero hizo una instalación
eléctrica de muy buena calidad, pero de tipo tradicional.
El resultado fue
una gran casa, pero no la casa súper espectacular que podría haber sido… aunque
el dueño de la empresa no sabía esto.
Cuando el ingeniero
jefe lo llevó al dueño a recorrer la casa terminada, el dueño igualmente quedó
satisfecho con la casa.
[1]
Esta parábola se la escuché al P. Eddy, el monje trapense que era el capellán
de las hermanas trapenses de Hinojo, allá por los años ´80.
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