martes, 14 de mayo de 2024

Cuatro colosos teológicos debaten si hay jerarquía en la Trinidad: Hugo de San Victor, San Alberto Magno, San Buenaventura y Santo Tomás (versión 2)

   Hugo de San Victor, comentando la Jerarquía Celeste del Pseudo Dionisio había afirmado tres niveles de jerarquía: celestial (en los ángeles), supercelestial (en la Trinidad) y subcelestial (en la Iglesia).[1] Probablemente Hugo quiso ceñirse al principio de “la triple división de toda jerarquía” establecido por el propio Pseudo Dionisio.[2]

   Alberto rebate a Hugo (sin nombrarlo) diciendo que “se llama orden divino aquel en que se ordenan las personas divinas: pero no hay en ellas jerarquía, como algunos imaginan, afirmando una triple jerarquía: supercelestial en las Personas Divinas, celestial en los ángeles, subcelestial entre los hombres. No se puede decir esto sin caer en el error de Arrio, pues en las jerarquías uno purifica e ilumina al otro… por eso ningún autor habla de una jerarquía supercelestial”.[3] [4] [5]

   San Buenaventura rebate a San Alberto (sin nombrarlo) y se apoya en la primera (de tres definiciones) de “jerarquía” que el Pseudo Dionisio propone en su Jerarquía Celeste: “Jerarquía es la divina belleza en cuanto simple, óptima y consumativa”. Buenaventura sostiene que esta definición se aplica a la “jerarquía increada” y, en el comentario posterior, se esfuerza en abrir estos conceptos a la dimensión trinitaria:

   “La primera definición que es de la jerarquía increada expresa tanto la Trinidad como la Unidad, pues ni la Trinidad prejuzga sobre la Unidad, ni la Unidad sobre la Trinidad: sino que la Unidad mira hacia la Trinidad y la Trinidad hacia la Unidad… Cuando dice «belleza (pulchritudo) divina», implica pluralidad e igualdad, que es lo que consiste la belleza, como dice San Agustín en su libro De vera religione. Y para mostrar que la pluralidad no prejuzga la unidad dice «simple», porque si bien hay pluralidad, ésta no quita la simplicidad de la unidad. Y para mostrar que la unidad no resiente la trinidad o pluralidad, agrega «óptima», porque así como hay unidad en Dios también hay suma bondad por la cual hay una perfecta comunicación, y así pluralidad de personas. Por último, para mostrar que la unidad tiende a la perfección de la pluralidad ‒y viceversa‒ dice «consumativa», para significar que en la trinidad y unidad consiste la omnímoda y suma perfección”.[6]

   Más allá de que el Pseudo Dionisio no presenta esa frase como una “definición” de jerarquía, ni la aplica a la vida íntima de la Trinidad, [7] sino Buenventura, queda otra dificultad más: ¿por qué estas palabras serían una definición de “jerarquía”? En el texto del Pseudo Dionisio parecen, más bien, designar el Ser mismo de Dios, cuya semejanza se difunde por participación. Y, dado que la palabra clave de la frase es “belleza (pulchritudo)”, se podría aplicar también para una definición de la “Gracia increada” tanto o más de lo que Buenaventura intenta con “Jerarquía increada”.

   Finalmente interviene Tomás, rebatiendo a Buenaventura (sin nombrarlo) y retomando el argumento de Alberto: “Hay que decir: Jerarquía es lo mismo que principado sagrado. Pero el principado es el resultado de dos elementos: del príncipe y de la multitud puesta a sus órdenes…  De donde resulta claramente que yerran e interpretan falsamente a Dionisio aquellos que extienden hasta las divinas Personas cierto modo de jerarquía, que llaman supracelestial. En las Personas divinas hay un cierto orden natural, pero no jerárquico. Pues, como dice Dionisio (en  c.3 De cael. hier. 9): «el orden de jerarquía consiste en que unos sean purificados e iluminados y perfeccionados, y otros purifiquen e iluminen y  perfeccionen». Y esto es inaplicable a las Personas divinas”.[8]  

   Es probable que Buenaventura no haya conocido este texto de Tomás escrito hacia 1266-1268,[9] pues en su Comentario al Hexámeron, escrito al final de su vida (1273) mantiene su opinión de que hay jerarquía en la Trinidad: “es falso decir que Hugo afirma” esta triple jerarquía “de modo inapropiado”. Pero Buenaventura ahora esgrime un nuevo argumento: cree poder afirmar una jerarquía intratrinitaria “porque en todas partes hay un principado sagrado”.[10]



[1] Jacques Guy Bougerol, Introducción a San Buenaventura, Madrid, 1984; p. 143s.

[2] Pseudo Dionisio, Jerarquía Eclesiástica, 5,1. Lo cierto es que el propio Pseudo Dionisio ‒tan hiperjerárquico‒ estuvo más ubicado en este asunto. Pues, no sólo no afirma que haya jerarquía en la Trinidad, sino que inventa una palabra para designar la relación heterogénea que hay entre la Trinidad y lo creado: tearquía. De este modo salva también la trascendencia divina: Cf. Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, I,3,5:  “Dios no pertenece a género alguno”; “Se habla de medida proporcionada. Pero es necesario que tal medida sea homogénea a lo que se mide. No obstante, Dios no es la medida proporcionada de algo…” (sed contra y ad 2).

[3] San Alberto Magno, Commentum de celeste hierarquia, C. 3, 1 (ed. Borgnet, tomo 14, 77b: se puede encontrar online). Cf. Bougerol, Introducción, p. 144 (el libro de Bougerol envía correctamente al tomo y columna de las obras de Alberto en la edición de Borgnet, pero erróneamente dice que se trata del Commentum de ecclesiastica hierarquia). Por otra parte, el hecho de que cada autor no nombre al que sostiene la posición opuesta es una costumbre medieval: son los famosos "quidam" (algunos) que estaba en uso en la época: Cf. Bougerol, Introducción, pp. 143-148.

[4] Aunque Alberto dice que ningún (otro) autor pone jerarquía en la Trinidad, parece que sí lo hizo Guillermo de Auvernia (1190-1249)‒también conocido como Guillermo de París‒ en su De universo 2-2, c. 140, 11.932: Cf. en la edición de BAC maior de la Suma Teológica de Santo Tomas, Madrid, 20014;  Tomo I, p. 916, nota 8.

[5] El orden que hay en las Personas Divinas es un “orden de origen” (el Hijo procede del Padre, etc.: Cf. CCE 254) pero que no implica subordinación alguna pues “Cada Uno de ellos es la sustancia, esencia o naturaleza divina” (CCE 253 citando el IV Concilio de Letrán) y por eso entre las Tres Personas Divinas “no hay grado superior que eleve o grado inferior que abaje” (San Gregorio de Nacianzo, citado en CCE 256).

[6] San Buenaventura, In Sent. L.2 d.9 praenot. (QR II,240). 9. § 2. Cf. el citado tomo de BAC maior, en la misma página y nota. Se puede encontrar el Comentario a las Sentencias (y las demás obras de Buenaventura) en latín en: https://catalog.hathitrust.org/Record/001935889  En este caso, se encuentra el texto en el Tomo 2 que está online, pp. 461-465.

[7] La afirmación está en Jerarquía celeste III,1. Pero no parece una definición sino, más bien un comentario a la definición que se dio justo antes: “Pues a mi juicio, la Jerarquía es un orden sagrado, un saber y actuar asemejado lo más posible a lo divino y que tiende a imitar a Dios en proporción a las luces que recibe de Él. La hermosura de Dios, tan simple, tan buena, origen de toda perfección, carece en si absolutamente de toda desemejanza, pero dispensa a todos su propia luz, según la condición propia de cada uno, y los perfecciona con la perfección más divina de acuerdo con la forma en que más se parezcan a Él”. Así traduce la edición de la BAC de las Obras completas del Pseudo Dionisio, Madrid, 2007; pp. 114s. Las cursivas son mías, para destacar la frase que toma Buenaventura.

[8] Santo Tomás, Suma Teológica, I, 108,1 (in corpus). Tomás leyó la opinión de San Buenaventura en su Comentario a las Sentencias, cuando el propio Aquinate preparaba su “lectura” sobre las Sentencias, del mismo modo que ‒antes‒ Buenaventura había leído el Comentario de Alberto preparando su propia “lectura”: Cf. Bougerol, Introducción, p. 145.

[9] Grabmann se inclina por 1266; Mandonnet por 1267-1268.

[10] Cf. Bougerol, Introducción, p. 144. Esta posición depende de la teología de Dios Padre de Buenaventura que ha sido estudiada, por ejemplo, por Robert Wozniak en su tesis doctoral presentada en la Universidad de Navarra en 2006: PRIMITAS ET PLENITUDO Dios Padre en la teología trinitaria de San Buenaventura (donde “primitas” traduce la palabra griega “arjé” que forma parte del concepto de jer-arquía: hierós arjé… que ha aparecido en un par de textos citados como “principado sagrado”). Visto esto, desde el concepto mismo de jerarquía se podría articular otra objeción contra la opinión de Hugo y Buenaventura: Dios no es sagrado, sino divino. Por eso el Psedo Dionisio pone "tearquía".

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario