La estructura presenta una arquitectura muy refinada:
- primero, dos bloques antitéticos: el modo de los poderosos del mundo (42) y el modo que ha de ser “entre ustedes” (43ss).
- dentro del segundo bloque:
- al comienzo se enuncia un principio: “no de ser así entre ustedes”;
- al final, se presenta un ejemplo conclusivo y concluyente: “como el Hijo del Hombre que no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida…”.
- en medio, dos frases “en crescendo”: “el que quiera ser grande… servidor”
“el que quiera ser el primero… esclavo de todos”
Y hay que hacer notar que aquí, una vez más, Jesús retoca al Antiguo Testamento: en lugar de un Hijo del Hombre al cual “todos los pueblos, naciones y lenguas le sirven” (Cf. Dn 7,14), Él es un Hijo del Hombre que no vino a ser servido sino a servir… De modo parecido a como acepta de Pedro el título de “Mesías” (8,29) pero enseguida aclara que es un Mesías que no vino a liberar matando (como David) sino dando su vida…
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