Como sabemos, la asunción de María no consta explícitamente en la Sagrada Escritura. Pero podemos reflexionar sobre este misterio mariano a partir de la Biblia, con dos ideas de base:
1. María siempre estuvo con Jesús: en las buenas y en las malas... y en las malísimas, como al pie de la Cruz.
2. Y María siempre le "puso el cuerpo" a su relación con Jesús; y esto lo hizo como nadie más podrá hacerlo, pues en su cuerpo el Hijo de Dios se hizo hombre.
Si unimos estas dos evidencias que tenemos en los Evangelios, podemos decir: si María siempre estuvo con Jesús -en las buenas, en las malas y en las malísimas-, y si siempre estuvo "poniendo el cuerpo"... parece conveniente que también en las buenísimas -en la gloria del Cielo- esté junto a su Hijo con su cuerpo.
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