En los dos artículos anteriores presenté la economía
fraterna desde una perspectiva general: ECONOMÍA FRATERNA
Y abarcadora, y luego concreticé algunos
aspectos: ECONOMÍA FRATERNA EN CONCRETO
Ahora lo concretizo
aún más, mostrando la posibilidad real de un mundo distinto. Naturalmente, este
artículo presupone la lectura de los dos anteriores, en que están resueltas
cosas que aquí no se mencionan.
1. Economía fraterna
en la ciudad: área servicios.
Martín sale de su
casa rumbo a la Universidad en donde trabaja como profesor. Como esta mañana
hace bastante frío toma el ómnibus; si no, suele caminar esas veinte cuadras
que separan su casa de la Universidad. Al subir al ómnibus pasa su ecocard por el lector, y luego va y se
sienta. El viaje, por supuesto, es breve.
Llegado a la
Universidad dicta tres horas de clase, y luego está un par de horas más
atendiendo consultas de alumnos. Terminada la tarea, vuelve a casa, ahora sí
caminando: aprovecha a pasar por el supermercado para llevar algunas cosas que
están faltando en casa.
Cuando llega, su
esposa Irene ya está cocinando: ella prefiere dedicar algunas horas de la
mañana a las tareas de la casa, mientras su hijo Daniel está en la escuela. Como
Martín se ocupó de comprar en el supermercado, Irene ocupó parte de la mañana
en hacer ejercicio, caminando y charlando con un par de amigas en el parque
cercano.
El horario de la
escuela es de cuatro horas, pues la educación se ha vuelto semipresencial y un
tercio de las tareas se hacen en casa. Además los padres no deben preocuparse
por llevar sus hijos a la escuela: un ómnibus escolar los recoge y los trae de
vuelta, lo cual ha descongestionado el tránsito y ha aliviado la vida de las
familias, además de otros beneficios (menos contaminación, menos gasto de
energía, etc.).
Irene es enfermera
y trabaja en un hospital cercano cinco horas por la tarde. Martín normalmente
se queda en casa con Daniel, leyendo o preparando clases, y ayuda a su hijo con
la tarea si es necesario.
Algunas tardes
Martín y Daniel van hasta el club cercano y juegan al tenis. En otras
oportunidades, Daniel juega al futbol con sus amigos, mientras Martín toma un
café con algunos amigos en el bar del club.
Tanto Irene como
Martín tienen sus “compañeros de trabajo”, como los tienen todos: son personas
que se eligen mutuamente, generalmente a lo largo de la carrera de formación, y
forman un equipo de trabajo. En este caso, la compañera de Irene es María, y el
compañero de Martín es Oscar. Los “compañeros de trabajo” a veces están juntos
en su lugar de trabajo, otras veces está uno o el otro. La idea es que tengan
más libertad para disponer del tiempo que la que había antes: entre ambas
personas cubren los horarios y cumplen las tareas pautadas, coordinando entre
ellos cómo lo harán.[1]
Hoy Irene no irá al
hospital, pues María lo hará: hace un par de semanas que habían programado con
Martín y Daniel para ir al teatro. Piden un taxi por teléfono para que los
recoja y los lleve hasta el
teatro. Casi nadie tiene auto particular, pues no
es necesario: cuando las personas solicitan una casa lo hacen pensando en la
cercanía de sus lugares de trabajo. Además el sistema de transporte público
tiene un diseño inteligente, y es cómodo y puntual. Y además está el sistema de
taxis, que cubre las demás necesidades.
La familia disfruta
de la obra de teatro, y luego van a comer a un restaurante. Suelen ir variando
de restaurante, para ir conociendo comidas típicas de distintos países y, de
paso, también conocer algo de su cultura. Hoy le toca a un restaurante
vietnamita.
Después de cenar, toman
un taxi de vuelta a casa, y se van a descansar.
En todas las
actividades que hicieron durante el día lo único que utilizaron como
instrumento económico fue la ecocard,
es decir, la tarjeta que indica que cada uno está realizando su trabajo: con
ella Martín tomó el ómnibus, marcó su ingreso y salida de la Universidad y
retiró las mercaderías del supermercado. Y con las ecocards de ambos accedieron
a los taxis, y disfrutaron del teatro y del restaurante. También la misma
tarjeta es la que usan cuando utilizan las instalaciones del club, o toman un
café en su bar.
2. La cuestión
político-democrática
Y esta semana hay
un clima especial en el ambiente: el viernes será un día feriado pues hay
elecciones generales. En todos los lugares se debaten las plataformas que han
presentado los distintos partidos, y la calidad de gestión que parecen ofrecer
los distintos candidatos. Se elige presidente del país, gobernador de la
provincia e intendente del municipio, y se recambian una parte de los
legisladores de los tres estamentos. Los fiscales, que también son elegidos por
el pueblo, no son elegidos en esta oportunidad: tienen una duración asimétrica
en sus cargos en relación con los otros dos poderes, de modo que haya la mayor
independencia del poder judicial.
3. Economía fraterna
en la ciudad: área industria.
Desde chico a Juan
le gustaron “los fierros”. Hoy trabaja como ingeniero un una planta que fabrica
maquinaria agrícola. Su tarea consiste en monitorear el desempeño correcto de
una de las etapas de ensamblado, que es realizada por máquinas robotizadas.
Desde su oficina
sobre-elevada puede observar cómo se realiza efectivamente el trabajo, mientras
que las pantallas de sus computadoras le ofrecen todos los indicadores
necesarios. Como en el caso de Martín, también Juan tiene su compañero de
trabajo y, por supuesto, su ecocard.
Hoy, lunes, Juan
cumple con sus cinco horas completas, pero mañana vendrá su compañero Alberto:
el hobby de Juan es el aeromodelismo y el miércoles tiene una competencia
nacional de destreza, por lo cual dedicará el día de mañana a poner a punto a
su pequeño biplano, y el miércoles estará en la competencia.
4. Economía fraterna
en el campo
Dado que la
distribución del trabajo se hace de manera más inteligente que en el pasado,
también la población está distribuida de un modo más sano: ya no hay las
enormes megápolis de antes, sino poblaciones con tamaño “más humano”. No
obstante, siguen existiendo grandes extensiones dedicadas a la ganadería y a la
agricultura.
La agricultura está
altamente robotizada y tiene sus especialistas que diseñan los mejores planes
de siembra para conservar la calidad de los suelos, optimizar las cosechas,
rotar los cultivos, etc. Cada región y país produce aquello para lo que se
encuentra mejor capacitado, pues como ya no hay competencia ni mercado, lo que
importa es tener el mejor rendimiento posible cuidando la calidad del ambiente:
de este modo hay alimentos para todos y los habrá en el futuro.
A diferencia de la agricultura, la
ganadería necesita más de la atención humana. Verónica ha elegido ser
veterinaria y vive en una pequeña ciudad que está rodeada de campos. Desde allí
se mueve con su camioneta eléctrica hacia los lugares en que es requerida para
asistir a los animales que lo necesitan. En la zona se cría básicamente ganado
vacuno de distintas razas, aunque en unas sierras cercanas, algo más secas y
escarpadas, hay cabras.
Antes de salir
hacia el campo, Verónica se encuentra con sus compañeros de trabajo en la
oficina que tienen a tres cuadras de su casa, y allí coordinan el trabajo de
los próximos días. Hoy el joven Luisito irá con Verónica: está estudiando
veterinaria y tiene que hacer unas prácticas que cumplirá trabajando con
Verónica y su equipo.
Cumplida su tarea
del día, Verónica dedica la tarde a una de las cosas que más disfruta: andar a
caballo por el campo.
Estas pequeñas
historias imaginan lo que es un mundo posible, basado en una economía fraterna
consistente en producir y disfrutar. Todos aquello que pueden, trabajan tranquilamente
en aquello que quieren sumando riqueza a la sociedad. Y esa masa de bienes y servicios
es disfrutada por todos.
Podemos pensar en
las dos familias vietnamitas que gestionan el restaurante de la primera
historia: ellos disfrutan cocinando y difundiendo su cultura, tanto como Juan con la mecánica o como Irene
aliviando a las personas enfermas.
En todos los casos,
el aporte de cada uno es su trabajo, y el instrumento económico que permite el
acceso a los bienes que se necesitan o desean es la ecocard.
[1]
En algunos casos estos equipos son integrados por más personas, sea por la
complejidad de la tarea, sea para incorporar nuevas personas que así adquieren
experiencia, sea por otras causas. La idea es compartir el peso de la tarea y
realizarla en tiempo y forma, con calidad.
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