miércoles, 20 de febrero de 2019

Ideas para un mundo mejor: bicisendas subterráneas (y algo más)


   1. Hay accidentes mortales con bicicletas en la calle en todo el mundo

   1.1. En un mes murieron tres jóvenes en la ciudad de Buenos Aires, atropellados mientras circulaban en bicicleta. Franco Sánchez murió atropellado en el barrio de Pompeya el 6 de diciembre de 2017; también murieron Sofía Osswald en San Telmo el 3 de enero y una joven (cuyo nombre no aparece en las noticias) en Caballito el 10 de enero. En los dos últimos casos, se precisa que fueron atropelladas por colectivos. Y hubo 436 personas fallecidas por accidentes de este tipo en el país durante 2016.[1]

    1.2. “El ciclista italiano Michele Scarponi murió este sábado a los 37 años después de estrellarse contra una camioneta mientras entrenaba en los alrededores de su pueblo natal, Filottrano, en el este de Italia. Scarponi, que pertenecía al equipo Astana Pro, se adjudicó el Giro de Italia en 2011, después de que Alberto Contador fuera despojado del título por un caso de dopaje. También había ganado la primera etapa del Tour de los Alpes este lunes.” BBC.com (22/04/2017).[2]

   1.3. “El ciclista británico Chris Froome, triple campeón del Tour de Francia, ha compartido este martes en su cuenta de Twitter una fotografía de su bicicleta destrozada. "Acabo de ser atropellado intencionalmente por un conductor impaciente que me tiró al asfalto. Estoy bien, la bici destruida. El conductor siguió", dice el texto que acompaña la imagen, que está tomada en Beausoleil (Francia). Diario El País (09/05/2017).[3]

   1.4. Según datos constantes en Argentina (y tomando como base los datos de 2017) mueren unos 40 ciclistas por mes en accidentes de tránsito en Argentina. Y en la Ciudad de Buenos Aires, 7 de cada 10 muertos son motociclistas o ciclistas.[4]

   Vemos entonces que hay accidentes incluso fatales, cuyas víctimas son personas experimentadas, y que suceden en poblaciones mucho menos densas que una gran ciudad como Buenos Aires.


   2. Los subterráneos tienden a saturarse en las horas pico

   Estudios recientes muestran que, al mejorar el servicio de subterráneos, pasajeros que utilizaban otras opciones han comenzado a optar por el subte, provocando que se sature, sobre todo en las horas pico.
   Por eso, por ejemplo, está en estudio una nueva línea de subtes, que llevaría la letra F:
   “En 2001, la Legislatura estableció que la ciudad debía ser equipada con una línea de subte transversal para unir sin necesidad de transbordos Constitución con Palermo a lo largo, principalmente, del eje de las avenidas Entre Ríos-Callao. Más de 15 años después, el gobierno porteño avanza con los estudios de factibilidad técnica y financiera para concretar la obra, aunque no empezaría antes de 2020.
   El nuevo ramal tendrá 8,6 kilómetros de extensión entre la terminal de trenes de la línea Roca y Plaza Italia. Los trabajos demandarían una inversión de casi US$ 1050 millones, a razón de US$ 120 millones por kilómetro, para solventar la obra civil, la instalación de vías y señales, la compra de material rodante y el suministro de potencia eléctrica. Recibiría medio millón de pasajeros diarios, estiman los funcionarios involucrados en el proyecto; hoy, toda la red moviliza un promedio de 1.200.000 personas por día hábil.” Diario La Nación (21/10/2017).[5]


   3. Una solución económica para el tránsito en la ciudad

   En  otros países del mundo se sorprenden que en Argentina colisionen autos y trenes. Y es que allí nunca andan al mismo nivel. Aquí la idea es la misma ‒que vehículos de porte muy diferente no circulen al mismo nivel pues es una posibilidad constante de tragedia‒ pero aplicada a bicicletas y automotores. Una opción es que las bicisendas sean soterradas. Otra opción es la bicisenda sobreelevada.

   Un túnel subterráneo -como el de la foto- con una sección rectangular de (digamos) 4 x 2,5 metros puede hacerse a poca profundidad con caños prefabricados, con bajo costo… sobre todo si se lo compara con el precio de instalar una nueva línea de subterráneos. Con estas medidas, casi cualquier calle puede ser apta para tener un túnel de este tipo debajo.
   Ese túnel posibilitaría que las bicicletas circularan:
            – Sin riesgos de atropello
– Sin irregularidades en el piso
– Sin agua de las alcantarillas que causa caídas
– Sin la molestia o el impedimento de la lluvia, el viento; o el frio o el calor excesivos
– Con la posibilidad de mayor velocidad que en la calle (podrían señalizarse dos carriles en cada sentido, para mayor y menor velocidad)
‒ Sin costo alguno, como tiene el transporte público o el auto particular
‒ Con beneficios para la salud, por el ejercicio cotidiano implicado
‒ Con reducción de la contaminación, del consumo de energía y del ruido
   En un túnel semejante que siguiera, por ejemplo, el itinerario de la Av. Rivadavia un amateur del ciclismo como yo podría ir desde Puerto Madero a Liniers en media hora... 




   Cada cierta distancia (por ejemplo, cuatro cuadras) se podrían hacer rampas de ingreso y egreso, parecidas a las escaleras de los subtes, pero con planos inclinados.
   Obviamente habría que instalar iluminación y quizás algún sistema que fomente la ventilación, pero nada oneroso comparado con el costo de los subtes.
   La seguridad que puede resolverse fácilmente con
– cámaras de 360º en el techo
– con policías en bici y, si es necesario, en motocicletas o semejantes.
– con cabinas dispuestas a lo largo del recorrido

   Con unos pocos túneles de este tipo, que se conectaran entre sí, y que fueran de ciertos extremos de la ciudad a otros, se podría hacer que muchas personas eligieran la bicicleta para trasladarse sin problemas por la ciudad.

   Una disposición complementaria que quizás podría potenciar todo esto sería que las bicicletas pudieran ser subidas a los colectivos, como sucede ‒por ejemplo‒ en los colectivos de Roma. Además, allí la ciudad ofrece una aplicación para llegar de un sitio a otro combinando distintos transportes, incluida la bici que puede ser subida a los otros transportes.[6]


4. Refuerzos a la idea: bicicletas eléctricas

   Hay varias objeciones que merecen atención:
      - algunas personas no podrían hacer ciertas distancias más largas o desarrollar ciertas velocidades convenientes.
      - no conviene llegar transpirado o acalorado a ciertas reuniones.
      - algún día uno puede estar cansado para desplazarse pedaleando.
   Y aquí la respuesta puede ser la bicicleta con motor eléctrico. Y pueden entrar de varias maneras:
      - otorgando créditos blandos para la compra de estas bicicletas, o la transformación de las ya existentes.
      - estableciendo una flota estatal que estaría circunscripta a esa zona subterránea, sin posibilidad de extraerlas de allí y, quizás, pagando un pequeño monto por su uso o por el consumo de electricidad implicado. Sería un servicio semejante a las actuales bicicletas comunes que ofrece gratuitamente el gobierno de CABA.

   Al ser de uso individual, estas bicicletas gastarían energía en el caso de ser usadas y en la medida que lo sean; y no como los vagones del tren subterráneo, que aunque haya sólo cinco personas en un vagón igualmente tiene un gran gasto.
   Además, cada usuario se dirigiría a su destino sin detenerse en estaciones intermedias, con lo cual ‒en algún caso‒ puede empatarle el tiempo al subte: el trayecto que hace el subte A desde Plaza de Mayo a San Pedrito tardando 27 minutos, podría hacerse en el mismo tiempo en bicicleta yendo a 20 km/h (que es una velocidad que cualquier amateur puede desarrollar pedaleando).
   Y al no necesitar personal específico como el subte (conductor, guarda, boletería) es un servicio que puede funcionar las 24 hs, los 365 días del año. Sólo se necesitaría personal policial que, de hecho, trabaja siempre.

   Si comparamos este último conjunto  ‒estos económicos túneles, mucho más pequeños y simples que los de los trenes subterráneos, proyecto reforzado con la incorporación de  bicicletas eléctricas‒ tenemos algo así como un subte con asientos individuales que se mueven hacia donde le conviene a cada pasajero… con un costo muchísimo menor tanto en la construcción como en el uso y mantenimiento.
   Si un vagón de subte cuesta $ 6,6 millones y una bicicleta eléctrica unos $ 30.000 podemos comprar 220 bicicletas con lo que cuesta un vagón, que lleva mucho menos que 220 personas…[7] Y transformar una bici común en una eléctrica cuesta la mitad de ese precio, aproximadamente.[8]


5. Otra opción: la bicisenda sobreelevada

   Quien sepa calcular los costos y otros elementos del asunto, podrá ver si conviene que las bicisendas sean subterráneas o sobreelevadas, como hay trenes de ambos tipos en distintas ciudades. Y en Buenos Aires tenemos autopistas sobreelevadas.
   Pienso que, por ejemplo, plantando unas columnas con forma de T, se podría hacer una pista sobreelevada que corriera por el centro de una calle o avenida. Por supuesto, también tendría que tener rampas de acceso cada cierta distancia. Y aquí parece que el mayor desafío serían las bocacalles, sobre todo en el caso de las avenidas.
   Naturalmente, no tendría algunas ventajas de la bicisenda subterránea, pues los ciclistas estarían a merced de los elementos: lluvia, frio, calor, viento, etc… Salvo que se piense en que sean túneles sobreelevados, es decir que sobre la plataforma T se hiciera una senda con paredes y techo.[9]
   Un caso concreto imaginable: que por encima de los techos de las paradas del metrobus de la Av. 9 de Julio hubiera una pista de este tipo, aprovechando el espacio central de la avenida, que ya está ocupado con esas dársenas. No digo de que sea útil en este caso: lo menciono para tener una imagen posible del asunto.
   Probablemente, como suele suceder en otros casos, estas dos opciones (bicisendas subterráneas o sobreelevadas) no sean excluyentes, conviniendo una u otra según los casos.


6. Una tercera idea: barreras en calles exclusivas para bicicletas

   Otra posibilidad ‒quizás más económica‒ es establecer calles exclusivas para bicicletas que tuvieran en sus bocacalles unas barreras que impidieran el cruce de los automotores, de modo parecido a lo que sucede en los pasos a nivel en que se cruzan automotores y trenes.
   En este caso, habría que sincronizar las barreras, de modo que permitiera un tránsito fluido para los ciclistas, lo cual sería difícil pues las personas pedalean a muy distintas velocidades.
   Además, esta solución entorpecería la circulación de los autos, como sucede hoy día en los cruces con los trenes.
   Quizás esta idea sólo sirva para reforzar la utilidad de las anteriores.


7. Y una aplicación alternativa interesante

    En caso de congestión de tránsito en la superficie, se podría trasladar una urgencia (un enfermo muy grave, por ejemplo) con un vehículo parecido a las motos con tres ruedas que vienen con una caja trasera “tipo camioneta”.
   Para este uso se podrían poner unas luces rojas en el techo, cuyo encendido indicaría a los ciclistas esta eventualidad para que se detengan y se hagan a un costado, dejando libre el centro del túnel (u otro sector que podría estar señalizado en el piso, como se hace con algunos carriles de las autopistas).



[1] http://www.perfil.com/actualidad/iba-en-bici-y-murio-atropellada-buscan-testigos.phtml
[2] http://www.bbc.com/mundo/deportes-39679021
[3] https://elpais.com/deportes/2017/05/09/actualidad/1494320515_719272.html
[4] https://www.infobae.com/sociedad/2018/08/19/siete-de-cada-diez-muertos-en-siniestros-viales-en-la-ciudad-son-motociclistas-ciclistas-y-peatones/
[5] http://www.lanacion.com.ar/2077684-avanza-la-linea-f-el-subte-para-viajar-directo-de-palermo-a-constitucion
[6] La aplicación permite seleccionar o deseleccionar algunas de las opciones de movilidad: caminar, bici, bus, subte y algo así como un tranvía.
[7] El precio del vagón es de 2012 y el de la bici eléctrica es de este mes:  http://www.emov-electric.com/productos   y
https://www.clarin.com/politica/nacion-vagones-subte-ciento-macri_0_B1N_fiV2Pme.html
[8] Véase, por ejemplo: https://rodarelectric.com/tienda. En mercadolibre hay presupuestos desde $ 10.000 aprox.
[9] Cuando se ha visto en otros países el uso de paneles deflectores del viento (de metal o transparentes) en las autopistas -como en la A1 de Italia- no parece gran cosa cerrar con paneles parecidos distancias mucho más cortas.


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