viernes, 19 de abril de 2024

Filón de Alejandría: un filósofo judío no descarta la Encarnación de Dios

  En la teología cristiana solemos decir que el misterio de nuestra fe que resulta más inconcebible a la fe judía es la Encarnación de Dios (no tanto la Trinidad, para la cual hay algunos textos de origen judío que se abren a una tríada en la divinidad).

   No obstante, a Filón de Alejandría (20 A.C. - 45 D.C.), contemporáneo de Jesús y de la primera predicación cristiana - y quizás ya teniendo noticias de esta predicación- le parece más razonable que Dios se haga hombre, y no que un hombre se haga dios. 

   Esto lo propone en su obra "Sobre la embajada ante Cayo (De legatione ad Gaium)", en el párrafo 118,[1] criticando la pretensión de Cayo Calígula de tener una condición divina. El texto de Filón dice así:

    “…en este caso no se trataba de una innovación pequeña, sino de la más grande de cuantas pueden tener lugar, como era el remedar la imagen de Dios para que la naturaleza creada y mortal del hombre cobrara la apariencia de la increada e inmortal; cosa que el pueblo judío consideraba la más grave de las impiedades, pues más rápido podría Dios trocarse en hombre, que un hombre convertirse en Dios”.[2]



[1] La obra es del año 39 D.C., o sea, 9 años después de la fecha en que se suele ubicar el misterio pascual de Jesús (Viernes Santo: 7 de abril del año 30). Filón forma parte de la embajada que se entrevista con Calígula que pretende que se instale una estatua suya ‒divinizándolo‒ en el Templo de Jerusalén.

[2] Cf. Obras completas de Filón de Alejandría (traducción de José María Triviño), Buenos Aires, 1976; Tomo V, p. 206. Cf. Gerd Theissen, La religión de los primeros cristianosUna teoría del cristianismo primitivo, Salamanca, 2002; p. 206.

 

 

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